Mientras el presidente Hugo Chávez intenta resucitar el devaluado bolívar, en un barrio obrero a pocos metros de su palacio hablan ya de eliminar la moneda venezolana.
Bienvenido al 23 de Enero, una especie de territorio independiente de unos 100.000 habitantes y laboratorio del experimento socialista de Chávez. Aquí uno encuentra perros que se llaman "Camarada Mao" y existe hasta un "lavadero de carros revolucionario".
"Estamos empezando a adquirir recursos para crear un banco comunal. Vamos a emitir moneda, un cartoncito intercambiable. Lo tenemos todo en la cabeza", explicó Salvador Rooselt, un estudiante de derecho de 24 años y líder comunitario que salpica sus palabras con citas de Vladimir Lenin y Karl Marx. [Leer más.]
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